jueves, 24 de noviembre de 2011
martes, 22 de noviembre de 2011
lunes, 21 de noviembre de 2011
bicicleta "the clinic"
fashion total, ondera, ecológica y de izquierdas. es la cumbiera intelectual de las bicicletas.
http://www.gamabikes.com/bikes/es/00010/BK00089.html
http://www.gamabikes.com/bikes/es/00010/BK00089.html
cicloestacionamientos 2
para todos los que nos creemos "bien seguros". nótense el estilo y vestimenta del experto.
http://www.youtube.com/watch?v=Fvjp0qGPBi4&feature=related
gran razón para buscar estacionamientos vigilados, no?
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gran razón para buscar estacionamientos vigilados, no?
viernes, 18 de noviembre de 2011
Cicloestacionamientos
Propongo a los honorables escritores y lectores de este blog aprovechar este espacio para pasarnos datos de adonde se puede ir con tranquilidad en bici.
Hoy vine a clinica alema, la que en general desprecio por nazi, pero aca trabaja un conocido y tuve la grata sorpresa de que tienen estacionamiento de bicis con un guardia espacifico para eso. El gallo le puso una cadena a mi bici pese a que yo ya le habia piesto la mia.
Bien x la alemana!!
jueves, 17 de noviembre de 2011
Esta no es bicicletera
Tenis Vs Fútbol
Siempre me ha sido algo desconcertante observar las
reacciones y emociones que produce el fútbol en la gente. Supongo que hay una
gran dosis de “gusto adquirido” en el asunto. En mi familia en general no hay
grandes fanáticos (ahora apareció por ahí un sobrino ectópico) y mi padre no me
inculcó la pasión por ningún equipo en particular.
De niño lo jugué, como todos, y siempre fui
mediocremente del montón. De los que quedan en la defensa. Tal vez eso también
haya influído.
Lo que me es claro en todo caso es que hay varias
cosas en el fútbol que hacen que me produzca mucho más rechazo que gusto.
Por otra parte desde hace unos 12 años que he
desarrollado gran afición por el tenis, tanto de jugarlo, mediocremente
también, como de observarlo en televisión.
Trataré entonces de explicar las grandes diferencias
que percibo entre ambos deportes y porqué me inclino tan fanática y
decididamente hacia el tenis:
-Primero que nada habría que decir que los deportes de
caballeros se juegan con una red de por medio. El voleybol y el tenis comparten
esta condición. Creo que evolutivamente son más desarrollados, ya que la agresión
queda sublimada en un buen golpe, un amague, un poner la pelota humillantemente
fuera del alcance del rival. En el fútbol por contraste (y en todos los
deportes que considero más primitivos como el rugby, el básquetbol y tantos
otros) la agresión es directa, codazo en el ojo, zancadilla, plancha en la
tibia, etc. El contacto físico puro y duro.
-Directamente secundario a lo anterior es que en el
tenis lo más agresivo que sucede es cuando un jugador se queja con el árbitro
del comportamiento del otro jugador, o se dicen algo a la pasada en el cambio
de lado. En el fútbol las batallas campales entre jugadores son un clásico de
todos los fines de semana. Brutal.
-A propósito del fair play, en el tenis lo más falso
que un jugador puede hacer (y es muy mal visto) es pedir un trainer por alguna
supuesta lesión para enfriar un partido. Esto además sólo lo puede hacer en
determinados momentos y por un tiempo limitado. En el fútbol los jugadores son
verdaderos dramaturgos del dolor, de los revolcones de angustia, de la
sacrosanta indignación de haber sido agredidos injustamente. Cuando alguno se
“fabrica” un tiro libre o un penal es alabado por todo la barra y hasta por los
comentaristas deportivos.
-La barra. En el tenis se mantiene silencio, se
observa y se celebra cuando se hace un buen punto. En el fútbol se tocan
bombos, cornetas, se sacan tablones, se acuchilla gente, se asalta y se
apuñala. Sin más comentarios en este ítem.
-El ganador. En el tenis gana el que juega mejor y
gana los puntos clave. El que tiene la cabeza más clara y mejor estado físico.
O sea gana el que lo merece. En el fútbol puede ganar el que se arratona un
partido entero y un lauchero hace un gol de chiripa en el minuto 91. O nadie en
un interminable martirio de 0-0.
-El espectáculo. Si dejamos de lado el espectáculo
colateral que generan las barras, ya descritas, un partido de fútbol puede ser
la cosa más aburrida del mundo en hora y media. Pelotazos largos que se van
para afuera, equipos que juegan a sacar un empate, mediocridad técnica, empujones
y escupitajos, piques inútiles de jugadores con ponchera, etc. En el tenis lo
que se ve en TV son siempre los mejores 100 del planeta (equivalente a ver sólo
los mejores 9 equipos de fútbol del planeta, no el Santiago Morning contra el
Wanderers, por ejemplo y con todo respeto) jugando uno contra otro. Es imposible
que en un partido no haya grandes jugadas, puntos emocionantes, suspenso Es
parte inherente del deporte.
-Los árbitros. ¿Alguien ha escuchado alguna vez que
haya un rumor de un árbitro de tenis que haya sido “comprado”? Eso no más.
-Los entrenadores. En el tenis los entrenadores son
importantes, pero al ser un deporte individual y además de caballeros, si un
jugador (o equipo de copa davis) pierde nunca le echa la culpa al entrenador,
ni los fanáticos tratan de lincharlo en la plaza pública.
-La celebración. Un jugador de tenis celebra un buen
punto con un grito y tal vez un puño apretado. Al final del partido saluda y
tal vez regala su raqueta al público. No existe nada de esos despliegues
histriónicos tras un gol de correr, tratar de que los otros no lo pillen,
tirarse de rodilla o de guata al suelo, llorar, besarse en la boca, sobajearse,
hacer “montoncito”, burlarse de los rivales, mostrar una polera con el nombre
de la última polola, etc, etc.
-Los dirigentes. No, los dirigentes son medios
parecidos, por lo menos en Chile. Hasta ahí no más llegó la caballerosidad del
tenis.
martes, 15 de noviembre de 2011
viernes, 11 de noviembre de 2011
bicicletismos
bicicletudo, da. adj. Relativo a la constante utilización de la bicicleta como medio de transporte, ya sea en términos exclusivos o complementándola con otros medios de locomoción. || Ú. t. c. s. || fig. Quien tiene plena conciencia de que puede meter la pata. Es más, la mete, la saca y, acto seguido, lo reconoce. || Véase ciclista. || utopía ~. f. Aquel contexto imaginario-posible en que, de preferencia, las personas y la sociedad planetaria ocupan intensiva y cotidianamente la bicicleta, así como otros mecanismos propulsados por nuestro ser material. ¿Cuán a menudo? Al menos lo suficiente para detener la extensión ilimitada de lo que se ha dado en llamar IMOSFRE. Es decir, un contexto en que la bicicleta se integra al tejido urbano, y las endomorfinas inundan el cuerpo social. || Véase círculo bicioso y rebiciclamiento.
del diccionario de términos bicicleteros de: www.furiosos.cl
del diccionario de términos bicicleteros de: www.furiosos.cl
viernes, 4 de noviembre de 2011
La evolución y los medios de transporte
Por obra y gracia de alguna combinación de teclas (las odio, nunca he
sido capaz de aprenderme ninguna, sólo me han traído percances en mi breve pero
entusiasta vida informática) se me borró todo un bello e iluminador artículo
que había casi terminado ayer respecto de las simbología histórica de la
bicicleta. Acá voy de nuevo, a ver si sale esta vez.
Siempre me ha llamado la atención la cantidad de sensaciones que el
andar en bicicleta me producen. Alegría, sensación de libertad, algún vértigo
gozoso, el disfrute del ejercicio mezclado con el viento en la cara.
Ayer mientras bajaba por Alonso de Camargo sorteando lomos de toro y
disfrutando justamente con los días ya más cálidos bruscamente entendí.
El hombre como raza ha tenido varios saltos evolutivos. Hay una teoría
que plantea que cuando el hombre primitivo dejó de andar en cuatro patas y se
irguió es cuando apareció la mente, como consecuencia del cambio de perspectiva.
El empezar a ver el mundo y a si mismo de un modo distinto a los animales.
De igual manera, una vez habituado ya a desplazarse en dos pies,
caminar, correr, saltar, trepar, probablemente este hombre pretérito haya
tenido la inquietud de andar más rápido y de mirar desde más arriba. Ahí echó
mano de los animales que tenía a su alcance, camellos, elefantes, burros y por
sobretodo el caballo.
Segundo salto evolutivo, aparece el primer vehículo, que habría de
acompañar al ser humano por muchos muchos siglos.
Sólo a fines del siglo XIX aparecen los rudimentos de los que hoy son
los vehículos motorizados. Previamente sólo existía como algo similar a eso las
carrozas, a las que ya me referiré.
O sea tenemos a una raza que por el noventaitantos porciento de su
historia en este planeta se ha desplazado a pie o a lomo de caballo.
Bueno, la bicicleta es el reemplazante moderno del caballo. Se monta a
horcajadas, se sujeta con manos y pies, avanza más rápido que ir caminando, y
reproduce las condiciones básicas del viento en la cara, la exaltación de
moverse velozmente adonde uno quiera, mirar el mundo de más arriba, incluyendo
además el ejercicio muscular propio en el traslado.
Creo que de esta asociación inconciente provienen esas sensaciones tan
atávicas y profundas al montar una bicicleta. Tal vez permita incluso explicar
también porqué los niños aprenden a usar bicicletas tan rápido y a tan temprana
edad.
¿Que queda entonces para los autos?, ¿a qué nos remitimos ontológicamente?.
Vendría siendo el tercer salto evolutivo, sin embargo este último podría
haber nacido de algunas motivaciones algo diferentes.
Creo que los carruajes, creados para que los miembros de la nobleza se
trasladaran sin tener que hacer ejercicio físico y que además los protegieran
de las miradas indiscretas de la gente vulgar de la calle, podrían ser los
antecesores del automóvil. Así mismo el andar dentro de una estructura de
metal, que protege y a la vez aísla, podría también rememorarnos en el
inconciente colectivo a las armaduras que los caballeros medievales usaban
cuando iban a las batallas.
Creo que estas asociaciones podrían ayudarnos a entender mejor el estado
mental en el que entramos cuando andamos en bicicleta, así como también el que
tenemos cuando andamos al volante de un automóvil.
Da para pensar, ¿no?
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